sábado, 11 de diciembre de 2010

Manuel Sutherland. Marxista latinoamericano

JAMI. Heinz Dieterich ha dicho que si Chávez perdía las elecciones legislativas del 26 de septiembre, la revolución se terminaba. Aunque la revolución bolivariana logró mayoría absoluta, parece no tener la misma fuerza de convencimiento. Es como si el discurso del presidente Chávez estuviera agotando la figura de Simón Bolívar como paradigma o, la del imperio como enemigo.

1. ¿Estamos equivocados quienes desde este lado del mundo (Europa) así lo vemos?

MS: El chavismo está en una encrucijada, aunque públicamente no lo admita. El 26 S es la segunda vez que pierde unas elecciones. Y decimos pierde una elección porque el bloque Opositor (Mesa de la Unidad como unión de más de 15 partidos políticos de derecha y de centro) más su antiguo aliado, el partido Patria para Todos (PPT), ahora opositor, han obtenido más votos que el chavismo. Aunque la diferencia de votos a favor de la oposición es muy pequeña, es notorio que luego de 11 años de chavismo, de la constitución de un partido único bolivariano: El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), con más de 7 millones de personas inscritas, el chavismo haya obtenido sólo 5 millones de votos, lejos de los obtenidos en elecciones presidenciales hace algunos años (2006) donde el presidente obtuvo 7 millones 300 mil votos. Aunque no se puede comparar directamente una elección presidencial y otra asamblearia, es preciso admitir una merma en la popularidad del gobierno como institución y un auge de los sectores antichavistas que celebraron la minoría en la Asamblea como un triunfo histórico.

La mayoría simple que obtuvo el chavismo (59%) es insuficiente para impulsar las leyes más importantes y muchos decretos presidenciales vitales para el chavismo. Ahora, ¿Por qué el chavismo saca menos votos y obtiene más de 30% de diputados que quien llegó segundo? Fácil, hubo un redibujo parcial de circuitos electorales que favoreció al chavismo en varios estados donde se dispersó el voto opositor y se eliminó la proporcionalidad del voto (Método D´Hondt). En el caso del estado Lara, el PPT obtuvo el 30% de la votación total y se llevó 0 diputados. El PSUV con 39% de los votos, se llevó 6 diputados de 9. Una muestra del “milagro” de obtener más diputados con menos votos.

Así el panorama es claro. El chavismo conserva un electorado importante impulsado por el crecimiento de la burocracia, la dependencia de casi un cuarto de los trabajadores del país al Estado, el éxito de planes sociales que mitigan la pobreza y lo reaccionario de sectores derechistas que generalmente manejan un discurso antipopular, racista y apátrida. Pero, a pesar de mantener esa base, es notorio el auge derechista y el sentimiento de derrota en la Asamblea Nacional que estuvo por 5 años dirigida por una mayoría de 98% de chavistas y que ahora verá como el 41% es opositor. El chavismo ha perdido él sólo (más que por merito de la oposición “proyankee”) una gruesa masa de electorado que le permitía aplastar electoralmente a sus contrincantes. Y lo ha perdido no por la mala publicidad de los medios de comunicación, no. Esos votos se han esfumado por los graves problemas que persisten en el seno de la clase obrera venezolana. Los programas sociales sólo han atenuado muchos de ellos, pero lamentablemente, los problemas estructurales siguen allí, no ha habido grandes cambios. Creo que Heinz, con quien coincidí en una conferencia que dicté a invitación suya en México, ha usado un lenguaje literario por dos cosas: 1. El chavismo continuará emprendiendo su proyecto de economía mixta de nacionalizar (pagando grandes sumas de dinero) algunas empresas y apoyando a pequeños y medios capitales con crédito y 2. No puede acabarse la revolución, es decir, en Venezuela no se ha dado la revolución socialista. En estas tierras no ha llegado ese momento leninista en el cual la opresión capitalista se extingue, se socializan los medios de producción y el poder de la burguesía se desvanece. Las transnacionales siguen robándose recursos naturales y la burguesía local e internacional sigue explotando a millones de trabajadores. Punto vital es que aún no se haya reformado la súper neoliberal Ley del trabajo aprobada antes del chavismo. Dicha Ley se consagró como un robo a la clase obrera, pero el chavismo teniendo la mayoría plena (98%) no ha querido tan siquiera reformarla. Las manifestaciones por la reforma a la ley (aún cuando las realizan muchos trabajadores prochavistas) han sido olímpicamente ignoradas.

JAMI. La historia de las revoluciones está llena de personalidades rutilantes: Marx, Lenin, Mao, Castro, El Ché, Allende, Chávez. El “culto a la personalidad” no es un concepto marxista ni comunista. Aún así, en la revolución bolivariana muchos se apropian de él porque lo ven como una forma de expresar su lealtad.

2. ¿Cree usted que ese culto al liderazgo de Chávez obedece a una falta de madurez dentro de la masa obrera, a la continuidad de la ideología burguesa del clientelismo económico dentro de los cuadros políticos más relevantes o, a la carencia de nuevos líderes venezolanos?

MS: El culto a la personalidad es nefasto y a mi juicio tiene una serie de múltiple factores que lo agudizan. El sentido común burgués vigente en la sociedad, impulsa a la gente a pensar en que el proceso bolivariano lo “hizo” un hombre, es decir, que los “grandes” hombre son los que hacen la historia y no la acción transformadora de las masas. Aunado a ello, la alienación religiosa tiende a sobrenaturalizar aspectos políticos y a reafirmar ideas esotéricas que imaginan a Bolívar, Miranda y Chávez como “superhombres”, una deificación en la cual la santería, el cristianismo y demás creencias de arraigo en el país, tienen mucho que ver y que atizan el problema del culto a la personalidad.

Ahora bien, el clientelismo económico ha sido desproporcionadamente impulsado desde el chavismo por tres razones prácticas: 1. El chavismo ha tenido que enfrentar millones de propagandas en su contra de sectores de la derecha mundial y local; por ello, ha intentado exacerbar en la figura de Chávez y sus acciones formales como gobierno, haciendo énfasis en que las donaciones, becas o nacionalizaciones son “revolucionarias” y que sólo las pueden llevar a cabo un gobierno como ellos.
2. El chavismo carece de cuadros tal y como lo conocemos de acuerdo al pensamiento socialista; el chavismo llegó al poder sin partido político (con el Movimiento Quinta República (MVR)) que fue una amplia alianza de sectores variopintos que se conformaron en aras de cuidar los votos y de buscar espacios burocráticos. Allí, no hay cuadros que se hayan desarrollado intelectualmente, con luchas políticas, ni experiencia organizativa. Todo lo contrario, la mayoría de la élite burocracia son militares (muy anticomunistas) y en menor medida tecnócratas de la derecha tradicional y viejos miembros menores de partidos políticos socialdemócratas y socialcristianos. 3. El chavismo se ha esmerado es exculpar a Chávez de los malos resultados del gobierno, es decir, Chávez es muy bueno, pero los ministros, diputados etc. son corruptos, “malos” e insisten en mentirle al presidente que no se da cuenta de “nada”. Así, el gobierno insiste en santificar a Chávez y dar la impresión de que él no se entera de los desastres que hacen sus acólitos. La alta movilidad de los ministros (duran por lo general menos de 1 año), los cambios de nombres de ministerios y las fusiones de los mismos, evidencian un esfuerzo denodado por tratar de hacer ver que el presidente está “sólo” y que sus seguidores nada sirven.

3. JAMI. ¿Tiene relación con ese culto a la personalidad, la prohibición de usar la figura del presidente venezolano como reclamo de publicidad o fidelidad, y si es así cómo prohibir sus fotos en el aeropuerto internacional Simón Bolívar en Maiquetía, o en aquellas urbanizaciones donde se expone su imagen? Es difícil pensar en las improvisaciones, pero, ¿no cree que ese es el mensaje que recibe Venezuela y el mundo?

MS: Me parece que es un paso realmente acertado. Prohibir el uso de su imagen es un acto de justicia que sortea la acción alienada que le hace pensar a la gente que la infraestructura “la ha hecho Chávez”, cuando es evidente que es el fruto de un trabajo colectivo de la clase obrera y no de la “idea” de un Mesías. Eso ayudará a entender que el proceso bolivariano no debe ser el desarrollo de un demiurgo infinitamente bueno que inunda de geniales ideas su derredor. Este decreto debe impulsar la puesta en práctica de políticas de toma de decisión colectiva que tiendan a descentralizar el mando neurálgico del proceso. También es una táctica inteligente del chavismo que ha visto como transnacionales y burguesía local (que cobran contratos milmillonarios por construir cualquier cosa y que fomentan una corrupción sideral) se retrasan o abandonan las obras, perjudicando la popularidad del gobierno. Por eso, creo que la medida es beneficiosa para todos.

JAMI. La lucha de clases, la destrucción del estado burgués, la construcción del socialismo, la naturalización de los privilegios, la democracia participativa y protagónica, que no es otra cosa que el poder del y para el pueblo. La misma declaración del presidente Chávez de ser marxista; son términos que no dejan dudas sobre el Estado al que se quiere llegar, un Estado socialista, al que Fidel llama comunista. Un Estado con fuerte influencia del marxismo – leninismo.

4. ¿Por qué la revolución no asume de forma clara lo que el Cardenal Jorge Urosa Savino dijo sobre querer instaurarse un Estado marxista en Venezuela?
MS: La revolución no se ha dado, deber para todos los que luchamos contra el capital, hay que aprovechar el camino andado por el chavismo y plantearse un cambio radical en su estructura y reorganizar las fuerzas populares contra la burguesía tradicional y los nuevos burgueses, crecidos a la sombra del Estado. Chávez en su Discurso de memoria y cuenta del año 2009, expresó una frase que habla a cabalidad sobre su pensamiento político. Chávez señaló: “Lenin, en su libro: Estado y Revolución, dijo que el Estado burgués debe extinguirse; y nosotros no debemos darle ni una gota de oxígeno”. Esta frase parece sonar muy bien. Sin embargo, es necesario aclarar que la cita es de Engels y que Lenin lo cita, para precisamente esgrimir lo contrario a lo que planteó el Presidente. Es decir, el Estado burgués NO SE EXTINGUE, amerita de una destrucción violenta y radical. El Estado Obrero, si se extingue, desaparece poco a poco, de acuerdo con el avance de la sociedad socialista a la comunista, cuando las leyes y normas, sean de uso común por la costumbre y no haya necesidad de un aparato de violencia y represión (El Estado).

En la cabeza del chavismo está la idea de la democracia popular, del Estado equilibrado y de un justo árbitro entre empresas con sentimiento nacional (a las cuales el chavismo otorga créditos ingentes) y una clase obrera disciplinada que no haga huelgas ni que cierre calles. Así, estimular la producción privada y hacer crecer las empresas públicas, con nacionalizaciones claves de empresas que estarán administradas por la élite burocrática (mayormente militar), de manera vertical y capitalista. Claro, también se plantea crear espacios de participación ciudadana –Consejos Comunales- donde se pueda orientar y educar a la clase obrera en las premisas chavistas, y en las cuales su contribución se oriente hacia el reclamo, fiscalización y petición de asuntos menores de la administración pública, dejando las grandes decisiones en manos de la inefable élite militar-burocrática. Por tanto, el chavismo en su horizonte no plantea el comunismo, ni el socialismo científico, como etapa transitoria hacia éste. No.

El marxismo de Chávez carece de la cientificidad teórica básica. Hablar de un país de propietarios, de un equilibrio entre empresarios y obreros, de empresarios patriotas, de transnacionales “amigas” del pueblo, de empresas “mixtas” con capital internacional y público y un largo etc. evidencian que el marxismo-leninismo es una teoría muy desemejante a la que el chavismo enuncia y practica.

El chavismo ha hablado de un socialismo venezolano, nacional. Dicho socialismo tiene las reglas y discursos más o menos cónsonos con lo que sucede en el país y con las frases chavistas que en este párrafo aparecen. Se requiere un cambio radical y drástico para implantar otra idea que se correlacione con una materialidad que pueda trastocar lo que acontece y luche por la revolución socialista y la construcción de un Estado marxista-leninista, es decir, un Estado realmente obrero.

JAMI. Vivimos en un mundo occidentalizado no sólo en las costumbres del consumo y gasto, también en el estilo de la comunicación y, en el caso de los grandes líderes, en el estilo político profesional: Diplomático, prudente, distanciado del temperamento y de la espontaneidad del discurso. Europa no percibe, del presidente Chávez, ese perfil de político profesional.

5. ¿Cree usted que son los asesores del presidente Chávez los que han creado esa antinomia a la forma política occidental, o es el mismo presidente quien establece una agenda de su discurso y personalidad, y conoce los límites de cuándo detener ese modelo? ¿Cuánto de beneficioso le ha sido su estilo en América Latina?

MS: El estilo jovial y cercano a las masas del chavismo, es bastante natural. No creo que haya sido prefabricado por asesores de imagen. Muchos militares suelen tener carisma y ascendencia sobre las tropas, el Presidente Chávez, definitivamente es un fenómeno comunicacional, muy atractivo para las masas por su sencillez y simpatía. Un excelente orador muy lejano a la tiesura aburrida y gris de políticos “profesionales” como el antisocialista de Aznar. Claro, la escasez de propuestas intelectuales y la incapacidad de generar un plan o programa político a desarrollar como lineamientos teórico-prácticos del proceso bolivariano, han originado una sobrecarga tremenda sobre la figura de Chávez. Así, el presidente debe salir a cada instante a atender él mismo las labores comunicacionales. Ello, ha llevado a cierta saturación de su presencia al ser infinitamente repetida y al expresar mensajes similares. Los esfuerzos por descentralizar el mensaje han sido realmente escasos.

En América Latina, el mundo árabe, en Europa y en muchos países el chavismo es odiado o muy querido. Particularmente impresionantes son las manifestaciones de afecto al chavismo de mucha gente que ve al presidente como un Mesías de los pobres. Su estilo ha calado y ha sido copiado como manera efectiva de conexión emocional con las masas.

Chávez es el paradigma de la pretendida idea de “revolución” pacífica, llena de elecciones, víctima de ataques imperialistas y a la vez aliada de gobiernos tan anticomunistas como el iraní. Su figura representa los sueños de miles de infortunados que imaginan una Venezuela donde se levanta una voz que esgrime unas críticas a la barbarie imperialista, y que repite que el capitalismo es malo (¡) que Jesucristo fue el primer socialista (¡) etc.; aunque es evidente que en Venezuela la gran burguesía local y mundial sigue aplastando a la clase obrera y que la socialización de los medios de producción bajo control de la clase obrera, se presenta como una lejana utopía que el chavismo jamás ha tomado en serio.

*Manuel Sutherland: Economista y Profesor de Estado, Economía y Política en la Universidad Bolivariana de Venezuela. Catedrático de Economía Marxista y Coordinador de Formación en Economía Política de la Asociación Latinoamericana de Economía Marxista (ALEM). Manuel ha impartido conferencias con Heinz Dieterich (creador del socialismo del SXXI). http://alemistas.org/

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